Generalmente el objetivo de un tatuaje es para que los demás puedan ver el arte, sin embargo, muchas personas lo hacen solo por la curiosidad de experimentar lo que se siente.
Estas prácticas solo deben ser realizadas por especialistas, ya que el hacerlo puede significar un verdadero riesgo para tu piel. Cerca del 20% de los tatuajes provocan infecciones en el lugar donde se colocan, que pueden deberse a distintas razones, tales como la falta de higiene en las herramientas o en el propio tatuador, el no cumplimiento de los cuidados posteriores a la realización del tatuaje o al hecho de que el dibujo se haya hecho en un momento en que el cliente tenga las defensas bajas.
Las consecuencias pueden ser lamentables y hoy te compartimos algunas imágenes que revelan lo peor que puede pasarte si contratás a un pésimo tatuador:





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